Flor de Jess nació de una necesidad: cuidar mi piel con ingredientes reales, sin tóxicos ni mentiras. Lo que comenzó en mi cocina se convirtió en un compromiso con la belleza consciente, el respeto por el cuerpo y el amor por la Tierra.
No soy farmacéutica. No soy influencer. Solo soy una mujer que no quería seguir poniendo en su piel lo que no se puede pronunciar.
Empecé formulando jabones y cremas naturales para mí, para mi familia. Pronto llegaron los amigos. Y después, muchas más personas que sentían lo mismo: que la cosmética convencional ya no representaba lo que querían para su cuerpo.
Cosmética elaborada con ingredientes de origen vegetal y fórmulas respetuosas con tu piel
Sin parabenos, siliconas, colorantes ni perfumes artificiales. Solo lo que tu piel necesita.
Ningún producto ha sido testado en animales. Apoyamos marcas comprometidas con el bienestar animal.
Seleccionamos marcas alineadas con valores reales: naturales, honestas y centradas en el bienestar.